Las respiraciones profundas son una de las mejores maneras de reducir el estrés.
Esto se debe a que respirar profundo le informa al cerebro que puede calmarse y relajarse. El cerebro envía este mensaje al cuerpo. Las cosas que suceden cuando uno está estresado, como una frecuencia cardíaca acelerada, respiración rápida y alta tensión arterial, todas se reducen cuando se inspira profundamente para relajarse.
- Cierre los ojos.
- Inspire y sienta cómo se relajan los músculos del estómago.
- Contenga la respiración un momento.
- Frunza los labios y exhale lentamente, como si soplara despacio para apagar unas velas de cumpleaños. Sienta cómo los músculos del estómago se tensan a medida que deja salir el aire.
- Repita, LENTAMENTE, 2 veces o más, según sea necesario.